¿Qué pasaría en el mundo de la
Educación y el Deporte si todos los implicados adultos (padres, madres,
profesores y entrenadores) supieran gestionar sus emociones negativas y evitar
críticas, juicios y etiquetas que deterioren el cerebro y el aprendizaje de nuestros
niños y jóvenes?
¿Qué pasaría en el mundo de la
Educación y el Deporte si todos los implicados adultos (padres, madres,
profesores y entrenadores), motiváramos sus talentos, valoráramos quienes son,
y les permitiéramos la creatividad. ¿mejoraría la educación?, ¿mejoraría el
deporte?, y la sociedad, ¿sería más próspera?, ¿conseguiríamos unos valores más
humanos en beneficio de todos?.
Desde la Inteligencia emocional (IE) y
desde la Neurociencia se aboga por estos cambios, porque cuando se han llevado
a la experiencia, los resultados han sido extraordinarios. Los niños y jóvenes
nos tiene como ejemplo, Neuronas espejo. Si nosotros como adultos y
responsables de su educación, caminamos en valores positivos que promuevan la
gestión emocional en beneficio propio y del entorno, la autoestima, la automotivación,
la creatividad y la imaginación, quizás… ¿serían mucho más felices? ¿adquirirían
la capacidad de alcanzar sus metas y sueños sin miedo?, imagina cuales serían
los resultados.. yo lo he experimentado y mis clientes también, y ha sido extraordinario, ¿lo crees?, compruébalo por ti mismo y déjate sorprender.
Ahora recuerda cuando eras
pequeño o joven como ellos, ¿qué hubiera pasado si te hubieran apoyado en tus talentos, en lo que te gustaba?, ¿qué hubiera pasado si te hubieran escuchado
mucho más, y te hubieran comprendido porque estabas tristes o enfadado o
alegre? ¿ y si a la vez hubieran sido capaces de enseñarte a gestionar tus
emociones en beneficio propio y del entorno?, imagina como hubiera sido tu
vida…, ¿más próspera?, ¿más feliz?.
Recientemente se ha descubierto
la plasticidad del cerebro, lo que han llamado neuroplasticidad, que significa
la capacidad para aprender a lo largo de toda nuestra vida, el cerebro no
envejece, ¡buenísima noticia!, por tanto, los adultos también podemos aprender
y cambiar para una sociedad mejor, y ser espejos válidos para nuestros hijos,
alumnos y jugadores.
¿Qué aporta la Inteligencia
emocional a la Educación y al Deporte?. La capacidad de enfrentarnos a
emociones positivas o negativas y saber gestionarlas en beneficio propio y de
nuestro entorno. ¿Qué aporta la IE a un padre o madre?, lo mismo, aprender a gestionar sus buenos y malos momentos en beneficio propio y de su mundo
(familia y trabajo). ¿Qué beneficio aporta la IE a un profesor o a un
entrenador?, lo mismo, formarse para gestionar situaciones mejores y peores
dentro del aula o del campo. ¿Qué aporta la IE a un niño/a o a un joven?, Ser
aquello que quiera ser, sin miedos, sin prejuicios, en definitiva, encontrar su
felicidad, aquella que muchos adultos a día de hoy, no hemos encontrado.
Entonces yo me pregunto: si los
beneficios de la Inteligencia Emocional y la Neurociencia son tan extraordinarios ¿por qué no se
forma a los padres?, ¿por qué no aprenden los profesores estas herramientas?, ¿por qué no se educa a los entrenadores para beneficio del equipo?.
“Todo ser humano, si se lo propone, puede ser
escultor de su propio cerebro“, Ramón y Cajal
“Nunca es tarde para aprender
algo nuevo y mejorar”, Filosofía Zen.